No tengas miedo de estar solo, de mirarte interiormente y de encontrarte en tu silencio.
Ten miedo de ser un solitario, aislado de tus hermanos, desconfiado, sin amigos y sin comunicación.
Nunca temas decir la verdad o expresar con claridad lo que sientes y afirmar aquello que has visto o has oído.
Teme más bien engañarte a ti mismo, autoconvencerte de la mentira o colocar máscaras en tu rostro.
Sé tú mismo en donde estés, aceptando a los otros como son.
Vive con intensidad y dinamismo.
Rompe tus murallas y levántate; y la vida será para ti un canto y cada día será una fiesta...