jueves, 1 de enero de 2009

El Método - Parte VIII


Joy Morris y mi experiencia con ella

durante ocho años

Cuando filme “Apariencias” en Polka, un actor me hablo de los talleres de Joy Morris y pude observar durante todo el rodaje, como él se preparaba con mucho tiempo de anticipación para su escena. Me habló mucha de ella, que ya había sentido nombrar y allí fui. Tengo que reconocer que mi primera experiencia fue muy mala, ya que ni bien pasé al escenario y empecé con su consigna me paro inmediatamente, obviamente en inglés y cuando su traductora me tradujo me dije a mí mismo tierra tragarme. “¿Que está haciendo, me está demostrando que es buen actor? No haga nada. Vuelva a empezar. La odie ya desde la relajación, los talleres salían carísimos y entre con mucha desconfianza. Me llevó mucho tiempo adaptarme y mucho más entenderla, pero a los tres años empezaron a caerme todas las fichas, aunque ya había entendido el trabajo de elecciones. Y ya en los finales Joy me respetaba mucho y yo la amaba, pero era muy frontal y le decía lo que pensaba. Joy me tenía muy en cuenta y yo trabajaba mucho, todo el tiempo, como siempre hice en todos mis cursos. Siempre fui muy profesional y lo sigo siendo, aunque reconozco que hace dos años que no entreno, y siento necesidad de hacerlo, pero estoy cansado, necesito vacaciones y las clases me llevan mucho tiempo, me gustaría hacer algo con el cuerpo, o juntar un grupo de gente y compartir la dirección periódicamente y que pueda también tener autogestión de futuros proyectos.

Fue Joy a lo largo de estos ocho años quien me enseño sistemáticamente la técnica y como usar mi caja de herramientas. Lo primero que me quedé claro es que siempre debía prepararme antes para la escena, además del trabajo que hacía en mi casa y que siempre debía tener fe de que todo ocurriría y vendría hacia mí si mi preparación era buena. Aprendí que lo importante es dejarse ir, no estar pensando que voy a hacer y que lo más importante era, convencerme yo, dado que convencer al otro iba a suceder por añadidura “La buena actuación no es conceptual, no prepares lo que va a suceder, sino no hay lugar para la sorpresas” Fue así que empecé a ocuparme solamente de lo que sucedía momento a momento y en mis elecciones. Aprendía escuchar y saber la premisa fundamental de no empujar, dejarme ir, momento a momento, fluir, conectarme y dejarme afectar por el otro y de que menos es mas. La sorpresa y sobre todo sorprenderse a sí mismo, es el factor más importante de la actuación. ¿Cuándo se está realmente preparado? Creo que nunca, pero sé que no puedo pensar, cuando el director dice acción!!! Tengo que estar disponible, llorar, gritar, reírme o desesperarme desde la verdad. Una pequeña mentira arrastra un montón de mentiras inacabables que terminan por arruinar una interpretación. Todo lo que había visto con Eric en forma de resumen rápido lo experimente con mucha práctica y tiempo cada vez que Joy venia al País durante tres largos años. Aprendí que equivocarme no era una derrota sino el siguiente paso para un nuevo logro. Y sobre todo deje que mi rumeo mental no me jodiera la vida. Le di vacaciones a mi mente y me ocupe de mis emociones. Y sobre todo a dejar que el autor se ocupe de las líneas, y yo ocuparme solo de mis emociones, de la mirada y lo que actor o compañero me transmitía dejándome afectar todo el tiempo. Tuve que tirar todo lo que sabía y empezar de cero. Como en salita verde. El miedo al cambio siempre es muy grande. Pero no me quedaba otra. Yo estaba necesitado ese gran cambio. Tenía que matar un modelo de actor que había en mí, acostumbrado por los vicios de la televisión, aunque mi carrera siempre fue desde el teatro pero mi fama desde la tele, a no anticiparme, a no jugar el resultado, a pensar, a replantearme cosas y a escuchar, básicamente escuchar y estar presente en cada momento como si fuera la primera vez, permitirme incluir cualquier cosa que se me pasara por mi mente y todo lo que sentía y experimentaba con todos los sentidos, sin censura, sin estructura, sencillamente dejar me ser y fluir.

Lo más novedoso que aprendí de Joy y del Método es el trabajo con sub personalidades, dicho más simple a encontrar el personaje dentro de mí mismo.

El Dr. Carl Jung, sostenía que no solo somos una personalidad sino varias, como un montón de voces que me hablan y pugnan por salir todo el tiempo, que termino llamando “imaginación activa”. Eric y Joy aprendieron de los Dres. Hal y Sidra Stone, el estudio de la técnica de sub personalidades para profesionales. Se llama en realidad “dialogo de voces”, y es muy provechosa y fácil de practicar y de gran utilidad (no solo terapéutica) en el trabajo del Actor. Es un trabajo que lo asocio mucho a la herramienta de Julia Cameron “Los yo secretos” o múltiples voces interiores, Por ejemplo un censor, un explorador interno, un romántico, un indagador, un pragmático, un Bravucón, un intelectual y hasta un baterista de rock. Así por ejemplo el crítico mira desde arriba a mis demás yo o voces interiores. Nunca nada es bueno para él, nada lo satisface. El sumiso trabaja todo el tiempo sin descansar y jugar, es una especie de bobalicón que se deja usar. El rápido es emprendedor, quiere enriquecerse rápidamente y a cualquier precio. Siempre esta buscando atajos.

El snob siempre esta ocupado en frivolidades como el modo y quiere tener todo bajo control. El ansioso, es un guerrero. Piensa y se inquita por todo. Tiene miedo de perder su trabajo y le cuesta pensar con claridad. Y la lista sigue. Cuando hablemos de las sub personalidades que también son voces interiores vas a ver que están muy relacionados.

Nuestra personalidad tiene diferentes formas de energía, cada una funciona con su propia vibración distinta de todas las otras. Cada una tiene un diferente ritmo y un matiz diferente. Tenés que encontrar la sub personalidad del personaje y llegarás mucho más rápidamente a su creación sin tanta intelectualización ni análisis de texto. La idea es dejar que un aspecto de vos salga afuera y se exprese naturalmente. Todas estas voces afectan nuestra vida diaria y obviamente nos afectan desde el personaje Son como los arquetipos de los arcanos mayores del Tarot, implican una personalidad que todos llevamos dentro.

Niño mágico: Es la parte tuya que juega, inventa, explora, es inocente y muy creativa. Ideal para desinhibirse o antes de empezar una escena de comedia.

Niño vulnerable: Es tu parte que llora, se siente lastimad fácilmente, hipervulnerable y pide a gritos protección.

Niño atemorizado: Es tu niño y todos su miedos.

Niño travieso: Le encanta armar lío, hacer bromas y divertirse. Se mete en cualquier parte.

Niño rebelde: Tu parte malcriada y testadura que siempre defiende su idea y quiere salirse con las suyas. Para él las cosas deben hacerse siempre a su manera.

El buen hijo: Le importa lo que piensen sus papas y lo único que le importa es complacerlos y hacerles felices. Hace todo lo que le piden.

El mal padre: Es tu parte que le gusta castigar, reprimir y sancionar a los chicos, recto y correcto, superexigente.

El conservador: Tu parte rígida y controladora que no te deja hacer nada. Las cosas son como él dice. El dicta la ley y debe cumplirse como él dice. Le importa mucho el que dirán y las reglas establecidas por la sociedad. Es muy estructurado.

El que empuja todo el tiempo: Es tu parte que te mantiene ocupado todo el tiempo. Tengo que, es tu palabra favorita con la que empezás todas tus frases, funcionas sin parar, Empujas, empujas todo el tiempo. A vos y a los demás.

El perfeccionista: Es la parte que busca la perfección en todas las cosas que hace.

El critico: Vivís criticando lo que hacés y dándote palos y criticándote y criticando a los demás. Te anticipás al fracaso, está formado por las voces de tu familia, tus profesores, la iglesia, tus monstruos creativos y habla de vos (la única en tercera persona) Osvaldo no tiene talento, no sé para que sigue insistiendo me diría, Eso te va a salir mal, no sos seguro, no podes actuar, además del arte no se vive, buscate un trabajo para comer y tené esto de hobby. Le gusta compararte con otras personas que llegaron mucho más lejos que vos, desde su punto crítico limitado.

El complaciente: Es tu parte que intenta hacer feliz a todo el mundo y para ello adopta una aptitud complaciente y desvalorizada.

La victima: Ela parte tuya que es lastimosa, que se vive quejando y padeciendo todo lo que le sucede y sobre las que siente que no tiene ningún poder.

El mártir: Es la parte a quien le gusta sufrir y siente que todo el mundo está en contra de él.

El guerrero: Es tu parte que va a la batalla por vos y por los otros. Le gusta defender. Siempre encuentra una causa noble.

El héroe: Es la parte valiente, el James Bond o la Juana de Arco.

El organizador: Es la parte tuya que mantiene orden en tu vida, asegurándose de que funciones tranquilo y en equilibrio.

El buscador: Es el que el que desea para vos una mejor vida, que busca la comprensión, o que tiene la visión de que la vida es como un viaje. Es el buscador espiritual.

El sabio: Es tu parte aguda e inteligente, la parte tuya que sabe y tiene buenos consejos para darte.

El guru: Es la parte que sabe todo, muy elevado, y que necesita ser idealizada. Manejarse como un ídolo.

El mago: Es la parte tuya que hace que las cosas sucedan por transformación, es intuitivo y sabe más a través de lo que siente, que de lo que piensa.

El necio: Es la parte tuya que es indulgente consigo mismo, toma drogas, es irresponsable y solo quiere jugar y mucha joda.

El destructor: Es la parte autodestructiva, que se vuelve contra vos para destruir lo que has logrado conseguir.

Don Juan: Amante hombre, el galán romántico tipo que enamora a las mujeres, se siente bien con él, es sexy, tiene mucha autoestima, sabe que gusta, tiene buen físico, es bonito.

Afrodita: Amante mujer. La heroína romántica, Julia Roberts por ejemplo, es bonita, gusta, la quieren, todos la quisieran tener como novia.

Espíritu libre: Es el más aventurero. El que no tiene responsabilidad con nada más que con ser espontáneo. Tiene mucho de niño mágico

Estos instrumentales, pueden hacerse solo, frente al espejo, convocando a la sub personalidad, no se trata de forzar nada, o se puede hacer con un facilitador, pero éste nunca debe abrir juicio, debe preguntarle y que se explaye.

Así por ejemplo el personaje de Sharon Stone en “Bajos Instintos” es la sexual descarada,

El satánico: Es la más poderosa. De hielo, mueve solamente los labios, fría, mental, terrible, Hopkins en “El silencio de los Inocentes” Kevin Spacey en “7 pecados capitales”, o Glen Close en “Atracción fatal”

Kathy Bates en “Misery” es la psicópata, el asesino a diferencia del satánico es mas emocional y sanguíneo y hay miles de sub personalidades para agregar de acuerdo a las necesidades.

Cuando un cuerpo está desarmonizado no se puede mover con eficacia, si no prestamos atención a sus demandas se produce un desajuste. Con el tiempo los sentimientos ignorados pueden tornarse fastidiosos. Las páginas nos permiten equilibrar nuestras partes y entrar en sincronicidad, entonces si podremos escuchar todas estas voces interiores y avanzar hacia nuestro autoconocimiento. Hay personas que confían demasiado en sus yo “racionales” Mientras que otros confían más en sus yo fantásticos. ¿Quiénes se inclinan a lo racional pueden experimentar voces que digan “me estaré volviendo loco?”. Las páginas de la mañana ayudan al racionalista a percibir las dudas y la falta de confianza en sí mismo como tales y no como la voz de la razón.

Los que se inclinan más hacia la fantasía suelen experimentar grandes ideas sin llegar a concretar nada por falta de voluntad y sensatez.

El ritual de las páginas de la mañana, nos permite escuchar a todos, al racionalista, al crítico, al observador, al rebelde, al soñador, al tirano a todos los que forma el conjunto de yo, ayuda a construir la voluntad necesaria para alcanzar las metas y realizar nuestros sueños. Cuando identificamos nuestras voces negativas, somos capaces de elegir, aceptar los consejos de mi yo interior y de actuar según el interés del conjunto y va surgiendo un yo más integrado y trascendente. Hay partes que te ayudan a valorizarte y otras que tiran todas tus ideas abajo, algunas voces son autosaboteadoras, arruinando mi posibilidad de progresar. Es bueno hablar con nuestros yo y dejarlos que se expresen, pero no te sorprendas si tus yo secretos comienzan a relacionarse mutuamente y a discutir. Poco a poco irá apareciendo tu mentor interno que será tu guía y te ayudará a discernir.

Con respecto a las sub personalidades, estas son buenas sacarlas frente al espejo, en realidad, el baño de un canal o un set, son los lugares de preparación, de todas maneras recuerdo que mi forma de acercarme al teatro fue jugando de chico frente al espejo, Ahí ya sacaba mis sub personalidades. Yo suelo hablar mucho con el espejo, me pregunto y me cuestiono cosas, a veces me critico, otras me levanto el ánimo. Un buen ejercicio de autovaloración es hablarte a vos mismo y contestarte. Puede hacerse en una silla cambiando de lugar y poniéndome como elección o frente a un espejo. Con el fin de estar en el centro de la escena, primero necesitás saber que vale la pena estar en ese lugar. No necesitas ganar la aceptación de la audiencia, el que tiene que aceptarse sos vos. En la vida, tanto como en la actuación, la respuesta es la misma: involucrarse desinteresadamente. Encontrar la necesidad de compartir y no la necesidad de ser aprobado. Como actores siempre tenemos que dar algo.

El actor tiene que hacerse continuamente preguntas, tiene que tener claro sus creencias y sentimientos. ¿Que motiva mi personaje? ¿Que deseo?, ¿Que quiero conseguir? ¿Que se me opone?, ¿Que estoy sintiendo en esta escena? El actor tiene que hacerse preguntas antes de habitar o encarnar sus personajes.